¡Aprende a motivar a tus empleados! (O al menos, no desmotivarlos)

Motivar a los empleados no siempre es fácil

Motivar a nuestros empleados y mantener su fidelidad hacia la empresa no es una labor sencilla, y menos aún en el mundo actual. Cada vez es más complicado para las organizaciones retener el talento en sus plantillas, y sin éste muchas acaban por tener dificultades para lograr sus objetivos.

Por una parte, el entorno digital es muy tentador y favorece tanto la distracción de las obligaciones laborales como la “infidelidad” del empleado al tener acceso rápido y sencillo a múltiples plataformas con ofertas de trabajo que le pueden hacer dudar de su futuro en la empresa.

Por otro lado está el propio ambiente interno de la organización: empleados que no entienden cuál es su papel dentro de la empresa, falta de incentivos y oportunidades para desarrollar su carrera, managers que no saben cómo mantener la motivación de los equipos que dirigen…

Respecto a este último punto, en el que hoy nos queremos centrar, es importante señalar que son precisamente los managers ineficientes uno de los factores que más coste tienen para las empresas respecto a la moral de sus trabajadores.

Las organizaciones son conscientes de la importancia de mantener a sus empleados motivados, pero no siempre se dan cuenta de que los managers y su forma de gestionar a los equipos son la clave para lograrlo. Si te interesa este tema, te animamos a consultar el artículo que elaboramos con consejos para motivar a los empleados que trabajan.

Repasemos algunas de las actitudes más comunes y negativas de este tipo de managers:

  • Preocuparse sólo de la productividad: Es difícil que un empleado se sienta a gusto con un jefe que sólo interactúa con él por cosas relacionadas con el trabajo. Sin un punto de humanidad en el trato con sus subordinados, éstos acabarán por plantearse si están en la empresa adecuada.
  • Tratar a todos por igual: Esto no sirve en la oficina, ya que no todos los empleados son iguales ni les mueve la misma motivación. La clave aquí es que el manager sepa qué empleados necesitan que su trabajo se vea reconocido, cuáles prefieren un ascenso en un momento determinado… En general siempre hay trabajadores que se esfuerzan más y simplemente por eso no merecen ser tratados igual que aquellos que se limitan a dejar que el tiempo pase.
  • No contratar a los empleados adecuados: Las personas que trabajan bien, son eficientes y tienen buen rendimiento quieren rodearse de compañeros que estén a un nivel parecido al suyo, ya que el entorno también contribuye a su desarrollo profesional. Si los managers no ponen el interés suficiente en el proceso de contratación e incorporan al equipo a trabajadores que no encajan o no están cualificados para el trabajo estos empleados eficientes se sentirán desmotivados. Y lo mismo podría decirse de la política de promociones, si no es acertada el resto de empleados pueden sentirse insultados, y que su frustración se refleje en su rendimiento laboral.

Según este estudio sobre qué motiva a los trabajadores a comprometerse con sus empresas, éstos citan la falta de oportunidades, la imposibilidad de desarrollar su carrera, las condiciones de trabajo o la relación con sus compañeros y managers como los principales elementos que condicionan su situación dentro de una organización.

En la práctica, los managers pueden influir en todos los motivos que citan los trabajadores como determinantes de su grado de compromiso con la empresa:

  • Más oportunidades: Los managers son los que mejor deberían conocer a sus empleados, y saber qué necesitan en cada momento y cómo recompensar su trabajo, pero para ello tiene que darles la oportunidad de demostrar su valía.
  • Desarrollo profesional: En línea con lo anterior, deben ser los principales valedores del empleado que realmente merece evolucionar dentro de la empresa, dado que conocen su manera de trabajar.
  • Condiciones de trabajo: Los managers pueden influir sobre cómo son los flujos de trabajo y la forma en que este se distribuye en el equipo. De un reparto racional y equilibrado depende que el empleado pueda trabajar con mayor o menor presión. También pueden facilitar horarios flexibles a los empleados y el resto de incentivos que pueden influir en la moral de la plantilla.
  • Relación con los demás: En este aspecto el manager debe estar al tanto de cómo son las relaciones entre los miembros del equipo y saber anticiparse a los conflictos que se puedan generar entre los trabajadores.
  • Trabajo más apasionante: El manager también ha de saber cuándo un empleado está llevando a cabo una labor para la que esta sobre cualificado o no tiene la suficiente capacidad. En ambos casos el empleado se desmotivará, por lo que es importante darle un tipo de trabajo que le suponga un reto y pueda cumplir. 

En conclusión, uno de los factores qué mas influyen en el grado de motivación de los empleados de una empresa son sus managers. Saber qué hacer para mantener la moral alta en los equipos no siempre es sencillo, pero sí indispensable para que la organización pueda alcanzar sus objetivos con trabajadores contentos y comprometidos.

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