Gestión de la Transformación Digital en las empresas. ¿Cómo hacerlo mejor?

Es muy importante tener en cuenta la transformación digital en las empresas

Que la Transformación Digital está cambiando radicalmente el paisaje del mundo empresarial ya no es ningún secreto. Por todas partes los altos directivos de las organizaciones se preocupan de integrar en sus negocios elementos como el cloud computing, el Internet de las Cosas o el Big Data (por citar algunos) con tal de no quedarse atrás. Pero en la mayoría de los casos, no es tan sencillo.

Uno de los factores clave del éxito es la predisposición de los empleados a formar parte del proceso. Contrariamente a lo que se cree, la Transformación Digital no va solamente de innovación tecnológica, sino que lo que realmente marca la diferencia es la planificación estratégica y cómo las personas que han de adaptarse responden a los cambios que supone.

Por ello, vamos a repasar cómo gestionar mejor el cambio en las personas, ya que se trata de un elemento determinante para que las empresas tengan un buen desempeño en el mundo de la Transformación Digital.

 

  • Tomar consciencia de la transformación: Lo primero de todo es entender y hacer entender a todos los trabajadores de la organización, desde los directivos al resto de la plantilla, cómo van a afectar los cambios a su área de negocio. Para ello un buen ejercicio puede ser ofrecer información acerca de cómo se hace el mismo negocio en otras partes del mundo o en la competencia, para tener mejor perspectiva y darse cuenta de que existen distintas formas de llevar a cabo un mismo trabajo. Con este análisis, la empresa puede determinar si necesita o no lanzarse a un proceso de Transformación Digital, y en qué medida.

 

  • Analizar las áreas de negocio: Al hilo de lo anterior, otra buena idea consiste en implicar a los trabajadores en un análisis profundo de todos sus procesos de trabajo para tratar de detectar puntos de mejora. Al fin y al cabo, ellos son los que mejor conocen lo que hacen. Con su feedback los responsables de implementar la Transformación Digital pueden detectar áreas específicas para las que buscar una mejor solución, y los empleados pueden ver cómo su opinión y conocimiento se aplica a los cambios que después se producirán.

 

  • Dar prioridad a lo más urgente o necesario: Tras efectuar el análisis y señalar los puntos de mejora, también se puede contar con el personal para dar prioridad a qué se necesita primero, y sobre todo cómo hacerlo para no poner en peligro lo que ya funciona. Con los learnings de este proceso se puede generar una hoja de ruta que posteriormente facilite la transición a lo digital.

 

  • Ser transparentes en la comunicación: Otro de los puntos clave es mantener una comunicación fluida con todos los empleados sobre el estado y naturaleza de los cambios, una vez decididas las actuaciones que se van a llevar a cabo. Es también importante poner el foco en educar y dar soporte a los trabajadores para que se reinventen y puedan llevar a cabo sus tareas en un futuro digital.

 

  • Testear en la fase de implementación: Una vez puesto en marcha el proceso se puede testear en una primera etapa con los propios empleados aquellos procesos y actividades que han sufrido cambios, sobre todo en las áreas específicas en que cada uno desarrolla su labor.

 

  • Preocuparse por una verdadera adopción: Cuando por fin se da por finalizada la implementación es necesario que todos los empleados verdaderamente adopten las novedades y procesos con lo que la empresa quiere mejorar su rendimiento en el mundo digital. Para ello es vital entender las preocupaciones de cada trabajador con respecto a su papel en la nueva era de la empresa, y darle la formación y recursos necesarios para que pueda adaptarse lo antes posible.

 

El camino hacia la Transformación Digital no es sencillo, pero sin la implicación de las personas que forman parte de la empresa difícilmente se alcanzarán los objetivos que se persiguen.

La gestión del cambio es por tanto capital y ha de ser tenida en cuenta por las organizaciones en todo el proceso pues, al fin y al cabo, si no se cuenta con las personas no puede haber transformación.