¿Hacer deporte te hace mejor líder?

El deporte puede enseñarte muchas cosas útiles

Todos sabemos la importancia del líder en los deportes de equipo, ya sea en forma de capitán o de entrenador. El líder o el jefe de equipo, dirige al mismo hacia la victoria, tomando decisiones y dando instrucciones al equipo.

Las similitudes entre el mundo deportivo y el empresarial son notables, ambos mundos tienen una organización, una disciplina muy marcada y unos objetivos. Los líderes, tanto en los equipos deportivos como en las empresas, saben muy bien que para conseguir los objetivos (la victoria en el caso de los deportes) es imprescindible contar con un buen equipo y hacer que todos trabajen bien en conjunto.

La estructura de un equipo es muy parecida a la de una empresa: el entrenador, como líder o jefe que organiza; el capitán, persona en la que confía el entrenador que podríamos equiparar con la figura del manager en la empresa; y dentro del equipo, diferentes “zonas” que podemos comparar con los diferentes departamentos dentro de una organización.

 

¿Qué hace a un buen entrenador?

Para llevar al equipo a la victoria, el entrenador cumple una serie de características:

 

  • Motiva al equipo: un entrenador tiene que conocer a sus jugadores y saber cómo motivarlos para que deseen la victoria y trabajen para conseguirla. Cada jugador es diferente y necesita que el entrenador confíe en él. Además, en conjunto es fundamental que el entrenador consiga que todos los jugadores jueguen para lograr el mismo objetivo.
  • Sabe elegir a su equipo: el líder tiene que saber con qué personas tiene que contar para hacer que el equipo funcione. Tiene que rodearse tanto de jugadores como de un equipo técnico y sanitario competente y profesional para poder delegar funciones y confiar en ellos en tareas que él no controla al 100%.
  • Asume responsabilidades y toma decisiones: otro aspecto fundamental en el entrenador es que tiene que saber asumir responsabilidades, saber que finalmente si el equipo no consigue los objetivos, el que tiene que revisar si está haciendo las cosas bien es él. Además, debe mantenerse firme ante decisiones que pueden no ser del gusto de todos. Por ejemplo: cuando un entrenador cambia a un jugador por otro en el partido, puede que haya quién no esté de acuerdo pero tiene que mantenerse firme a su estrategia y asumir la responsabilidad si ese cambio no funciona.
  • Es un buen estratega: un entrenador tiene que pensar en todas las formas posibles de ganar y quedarse con la estrategia que considere apropiada. Tiene que tener en cuenta muchos factores: la competencia, las debilidades de su equipo, la situación del partido, etc.

 

Todas estas características que conforman un buen entrenador deportivo también pueden aplicarse a las empresas. Los líderes empresariales tienen que saber motivar al equipo y elegir muy bien a sus empleados, también tienen que saber asumir responsabilidades si las cosas no van bien, y, por último, es fundamental la capacidad de montar una estrategia y tomar decisiones para conseguir los objetivos.

Ahora os dejamos vía libre a la autocrítica: ¿qué tipo de entrenador seríais y qué cosas podéis mejorar para conseguir la victoria?