¿Quiénes son los practitioners y qué aportan a la empresa?

¿Qué es un practitioner?

Según el diccionario de la Universidad de Cambridge, un practitioner es un profesional con una amplia experiencia y un gran dominio sobre ciertas habilidades relacionadas con su puesto de trabajo o sector de actividad. Dada esa trayectoria, este perfil tiene los conocimientos necesarios para formar a otros profesionales de su misma área.

Por ejemplo, un analista financiero que se haya especializado en las fluctuaciones de los mercados inmobiliarios durante toda su carrera, tiene las aptitudes necesarias para formar a otros perfiles más junior en temáticas específicas, como por ejemplo la anticipación a caídas del mercado.

Qué es un practitioner

¿Qué es un practitioner en PNL?

En los últimos tiempos, este término ha cobrado gran popularidad en torno a la  formación en Programación Neurolingüística (PNL). Este término fue acuñado por la Neuro-Linguistic Programming™ , una organización mundial creada con el propósito de ejercer control de calidad sobre los programas y servicios de capacitación en PNL, y hace referencia a cursos o programas centrados en el desarrollo de la gestión emocional, la mejora de la comunicación con el público, el aumento del bienestar y el desarrollo de habilidades.

Practitioner PNL

¿Qué aportan los practitioners a las empresas?

Los practitioners aportan un valioso componente práctico a los conocimientos académicos que ya de por sí poseen, y es algo que se refleja en las sesiones formativas que imparten. Es algo que conocemos de primera mano en Euroforum, gracias a nuestra experiencia en outsourcing de universidades corporativas y a que estamos en contacto con más de 25.000 directivos, profesionales de RR.HH, de formación y desarrollo.

Elena Díaz, Key Account Manager de Euroforum, nos cuenta que “los practitioners son muy solicitados en los programas de desarrollo directivo especialmente por las grandes empresas, ya que basan su formación en la transmisión de experiencias propias y casos reales, más que en conceptos puramente académicos. Esto permite a los participantes hacerse una idea de las situaciones corporativas reales a las que pueden enfrentarse posteriormente. Así, les ofrece la posibilidad de adelantarse a posibles circunstancias reales en su empresa y gestionar los recursos de la organización de una forma mucho más eficaz y eficiente”.

Además, aconseja a las empresas que, antes de llevar a cabo sus programas formativos, realicen, o deleguen en su integrador de soluciones formativas, el análisis para conocer en profundidad tanto el entorno o situación de la compañía como los antecedentes y las metas a las que desea llegar y, en función de estos, se seleccionen los practitioners más adecuados para alcanzar los objetivos. “Las empresas deberían huir de enfoques puramente academicistas y focalizarse más en la práctica. Con los practitioners esto es posible ya que plantean ejemplos con los que los participantes se sienten totalmente identificados y ofrecen soluciones que son aplicables para cada puesto de trabajo”.

Para que este último punto se cumpla, es fundamental trabajar en la adaptación de contenido con el cliente, con el objetivo de enfocar el tema a tratar hacia su propia realidad. Igualmente, es importante seleccionar a formadores que sintonicen con el perfil de asistentes en cada caso, por ejemplo: no es lo mismo transmitir conocimientos o habilidades a directores territoriales de una entidad financiera, que al equipo de marketing de una startup.

También aporta al tema Nuria Iglesias, responsable del Área de Digitalización de Euroforum. Según ella “los perfiles que hacen uso de metodologías de aprendizaje basadas en nuevas tecnologías y herramientas, como por ejemplo MOOCs, APPs para la gamificación de la formación o el uso de la realidad aumentada, son los más valorados”.

Gracias a nuestros más de 35 años de experiencia en planes de formación y desarrollo directivo, y a que de nuestros 800 formadores más del 90% son practitionerssabemos lo importante que es elegir al profesional más adecuado para cada formación. Para ello ,«realizamos un diagnóstico de las necesidades de la empresa, diseñamos una solución formativa completamente ad hoc, escogiendo no solo las metodologías y los formatos sino también los practitioners más adecuados. De este modo, adaptamos la formación para el desarrollo de habilidades o conocimientos específicos de un puesto para una compañía, en un mercado y en un sector concretos”, concluye nuestro Director de Proyectos Digitales.