La brecha digital dentro de las organizaciones

En el mundo de la transformación digital que estamos viviendo en los últimos años existe una realidad que provoca que los ritmos de cada organización a la hora de adoptarla sean muy diferentes, pudiéndose producir disfunciones dentro de la propia empresa durante el proceso.

Esta realidad es que mientras la tecnología cambia muy rápidamente, las organizaciones no siempre pueden seguir el mismo ritmo, y es ahí precisamente cuando se produce la brecha digital en la propia empresa.

Cuando se produce la mencionada brecha en el proceso de transformación digital nos encontramos con los típicos casos de empresas aparentemente modernas, punteras, pero tras cuya magnífica fachada digital siguen existiendo procesos de otros tiempos que no responden a las necesidades del cliente y por tanto no funcionan.

Estos casos se dan cuando unos departamentos sí han adoptado la transformación digital en sus procesos y han de vérselas con otros que no están al mismo nivel dentro de la empresa, o los ritmos de adopción son distintos entre empleados del mismo departamento que trabajan juntos en algún proyecto.

No basta con tener una buena estrategia digital, sino que es necesario contar con un líder digital que establezca las estructuras organizativas para acometer la transformación digital de la empresa, además de fijar incentivos, implementar las tecnologías necesarias, y que en paralelo sean capaces de crear una cultura que abrace el cambio que todo el proceso requiere.

Estas son algunas claves para evitar que se produzca la brecha digital en el seno de la propia organización:

  • Organización: En este aspecto velocidad y agilidad son las claves. Tener una amplia capacidad operativa, rapidez a la hora de plantear los proyectos, tomar decisiones, ejecutarlas y dotar de presupuesto a todos los procesos, así como el uso de metodologías de management ágiles son algunas de las recomendaciones.
  • Incentivos: Importantes, y no solo para los trabajadores, sino también para los directivos, ya que si éstos no están motivados por los resultados que la transformación digital trae a la empresa en el largo plazo difícilmente dotarán al proceso de los recursos necesarios para su cumplimiento.
  • Cultura: Para poder tener una buena cultura digital en la organización es necesario que los procesos sean poco jerárquicos, y en general haya una mentalidad de tolerancia al riesgo, de colaboración entre todos y por supuesto una orientación al cliente siempre en el foco.
  • Capacidades: Es imprescindible para cualquier empresa que esté desarrollando un plan de transformación digital en su interior el poder encontrar, atraer y retener el talento en su plantilla.

De todos estos aspectos a tener en cuenta a la hora de hacer frente a un proceso de transformación digital, es la cultura el mayor freno y la causa principal de que se produzcan las brechas a que hacíamos referencia.

En la misma fuente encontramos otra de las principales causas de la brecha digital en el seno de una organización, y que consiste en la distinta percepción de empleados y directivos de una misma realidad: el grado de implementación de una cultura digital en la empresa. Normalmente, es mayor entre los altos mandos y managers que entre los empleados.

De esta falta de comprensión y comunicación entre los dos grupos se infiere que el primer paso para acometer exitosamente un proceso de transformación digital es cuidar los aspectos internos para que todos, directivos y resto de empleados, trabajen en sintonía y una verdadera cultura digital se instaure en la organización, evitando cualquier tipo de brecha interna.

Y en tu organización, ¿existe o no existe brecha digital?