Moodboard, la técnica de Design Thinking para expresar conceptos complejos

El moodboard aplicado al trabajo cotidiano

Moodboard, una técnica de Design Thinking

En muchas ocasiones es difícil transmitir conceptos e ideas que por su complejidad o dificultad a la hora de ser comunicados provocan que lo que podría ser la solución a un problema se quede por el camino.

Para evitar que esto suceda existe una técnica (entre otras) de Design Thinking de la que queremos hablaros en este post: el moodboard. Se trata de un concepto cuya traducción literal sería “tableros de humor” o “tableros de estados de ánimo” que sirven precisamente para eso: expresar de forma visual posibles soluciones para problemas complejos.

Es un medio para expresar o transmitir ideas complejas que de otra forma sería difícil comunicar. Sirve para superar las limitaciones que en ocasiones las habilidades verbales de cada uno pueden plantear.

 

¿Cómo funciona el moodboard?

Un moodboard puede ser similar conceptualmente a un tablero de Pinterest. En él se combinan imágenes, tipografías, colores y texturas que pueden ayudar por ejemplo a creativos y clientes a definir el estilo de un proyecto. Idealmente debe ocupar una sola página, aunque también se puede realizar en el mundo físico con objetos o sobre un tablero con adhesivos.

Es muy utilizado para proyectos de diseño web, conceptualización de marca, moda o decoración, pero también se puede aplicar con eficiencia a la resolución de problemas que surgen en el ámbito laboral. Entre sus ventajas destaca que se puede utilizar para poner de acuerdo a grandes grupos de personas que tienen que resolver cuestiones cuya solución no es fácil.

Así, se puede usar para percibir de manera eficaz ambientes, valores o estilos que de otra forma sería complicado conceptualizar y transmitir. Además de soluciones a problemas complejos puede contribuir a definir modelos de negocio, mejorar procesos internos o desarrollar nuevos productos y servicios.

En realidad, la aplicabilidad de los moodboards no tiene límites. Y nosotros tenemos el lugar idóneo para que lo comprobéis en primera persona: ¡El espacio Crea! ¿Os apuntáis?