Lenguaje corporal: guía para trabajarlo correctamente

Todo comunica. Desde nuestro atuendo, gestos o forma de mirar hasta cómo nos movemos por el espacio o nos expresamos con las manos. El lenguaje corporal, por tanto, es la forma más básica de expresión no verbal: desde la cabeza hasta los dedos de los pies.

¿En qué nos puede ayudar descifrar las señales no verbales que las personas comunican?

El lenguaje corporal describe cómo se sienten las personas más allá de lo que comunican verbalmente. Y es que con el lenguaje no verbal, muchas veces, podemos expresarnos infinitamente mejor que con las palabras y hacer ver que estamos, por ejemplo, nerviosos, estresados, agradecidos, tristes o atemorizados. Por ello, aprender a comunicar a través del cuerpo y saber decodificar los gestos corporales de las demás personas nos servirá para crecer tanto profesional como personalmente. En Psychology Today plantean una guía completa del lenguaje corporal y nosotros te mostramos un resumen de las partes del cuerpo que más comunican.

La cabeza

Es una de las partes del cuerpo clave para proporcionar señales de tus emociones. Por ejemplo, el pelo puede comunicar que tienes un mal día, que estás estresado o que tu estado de ánimo no es el mejor, pero también puede darte un toque sugerente que llame la atención de los demás. Y, en caso de no tener pelo, la frente está más expuesta y, por lo tanto, también transmite señales al, por ejemplo, fruncir el ceño.

Los rasgos faciales

La boca, los ojos o las cejas comunican en gran medida cómo te sientes e incluso lo que estás pensando. Esto son las ”microexpresiones” y tienen una gran importancia en el lenguaje corporal, porque puede que se asemejen a aquello que dices verbalmente o que, por el contrario, no tengan nada que ver y desvelen aquello que estás sintiendo realmente. Por otro lado, dentro de los rasgos faciales, la mirada es el más revelador, por lo que debes buscar con la mirada a las personas a las que intentas transmitir tu mensaje, intentando encontrar el equilibrio entre mirar demasiado a una persona (e incomodar) o hacerlo muy poco (y parecer que no es de tu interés). Lo ideal es crear una situación tranquila y acogedora.

Este trabajo lo cuidan mucho en el sector de la política, por ejemplo, para que haya coherencia entre aquello que dicen con palabras con lo que transmiten con sus gestos para dar confianza al oyente.

El torso

Es otra de las partes del cuerpo fundamentales que debes utilizar correctamente para comunicar lo que deseas. Mantener el cuerpo erguido y recto (espalda y hombros) transmitirá sensación de seguridad en ti mismo, confianza y control de la situación. Las personas que tienen una postura encorvada transmiten timidez, debilidad o miedo.

Los brazos y las manos

Son un gran apoyo a la hora de comunicar, su postura es esencial. Por ejemplo, si cruzas los brazos parecerá que estás aburrido, si te frotas mucho las manos o las mueves demasiado transmitirás nerviosismo o ansiedad y si colocas los brazos en jarra, enfado. Por todo esto, es importante ser conscientes de lo que debemos y no debemos hacer para evitar comunicar algo que no deseamos. Con todo, también podemos optar por asumir una posición neutral, dejando descansar los brazos o las manos sobre el cuerpo cómodamente.

Las piernas

Las piernas, por su parte, emiten una gran cantidad de señales no verbales, tanto estando de pie como sentados. Por ejemplo, cruzarlas transmite transmitir que eres una persona cerrada o que intenta protegerse. Si por el contrario tenemos las piernas abiertas, el mensaje será el contrario, podemos parecer más relajados, abiertos y cómodos, pero sin abrirlas en exceso, ya que en ese caso podría parecer que eres una persona descuidada o poco educada. En este caso, la ropa que nos pongamos también influirá a sentirnos más cómodos con nuestras piernas, si estamos sentados.

Por ejemplo, un estado de nerviosismo, ansiedad o enfado se puede traducir en temblores de manos o de piernas o en movimientos exagerados. Para cambiar este hábito debes encontrar una posición que te transmita equilibrio y tranquilidad, por ejemplo cruzar las piernas a la altura de los tobillos. En el caso de las manos, para disimular que te tiemblan, puedes tener un objeto en las manos, como un bolígrafo.

Los pies

Al igual que las piernas, si los sacudes con rapidez también comunicarán estrés o impaciencia, por lo que debes controlarlas para no parecer, en alguna ocasión, irrespetuosos. En cambio, la forma de andar de moverte puede comunicar todo lo contrario: confianza y estabilidad. En este caso, el tipo de calzado que uses también ayudará o perjudicará.

En resumen, mejorar la imagen que proyectas a través del lenguaje corporal (no verbal) hará que mejore también aquello que comunicas y esto lo puedes aplicar a todos los ámbitos de tu vida.

Para aplicarlo al ámbito profesional conviene practicar previamente enfrente de un espejo para ver tus movimientos y expresiones o grabarte en vídeo, para verlo posteriormente. De esta forma, puedes ver todos los gestos corporales que no te convencen e intentar cambiarlos. También puedes buscar opiniones de terceros que puedan hacer una crítica constructiva para ayudarte a controlar tu lenguaje corporal. Este diagnóstico te ayudará a mejorar las acciones de tu cuerpo, y si los demás te ven como tú quieres, también mejorará la forma en que te sientes.

Conviene recordar que no debes descuidar el lenguaje natural, es decir, aquel que puede ser hablado o escrito, además de gestual. En Euroforum somos profesionales en formación y podemos ayudarte a mejorar tus habilidades. ¡Consúltanos!