La Marca Personal, clave para el desarrollo directivo.
El Storytelling es un concepto al alza en los últimos años en el mundo de la comunicación, pero no todas las empresas entienden bien en qué consiste y cuál es su aplicación. No se trata de algo novedoso, pues desde hace mucho tiempo la narración ha estado presente en la comunicación de las organizaciones con sus distintos públicos.
Del concepto de Storytelling se han construido muchas definiciones, pero nos quedamos con la de Kay Fabella en el blog de Vilma Nuñez, que lo explica como “el arte de contar historias usando un lenguaje sensorial de tal forma que los receptores lo pueden interiorizar, comprender y crear un significado personal de todo ello.”
Basicamente, la premisa del Storytelling es que los consumidores no sólo compran los productos o servicios que ofrecen las empresas, sino que también compran en función de cómo les hacen sentir dichos productos o servicios.
Ha estado presente de una forma u otra desde que las marcas invierten en publicidad, pero es cierto que en los últimos tiempos ha evolucionado de tal forma que ahora las historias ponen a las personas en el centro del relato, no a la marca como se solía hacer.
Por ejemplo, el consumo de algo tan cotidiano como una taza de café puede estar determinado por el Storytelling de una marca. Si alguien toma un café en una cadena como Starbucks, está consumiendo comodidad, diferenciación, compañía… además del propio café. Esta es la idea.
Por otra parte, cada empresa debería tener su propio relato de marca. Un relato que la haga única y le permita conectar con su audiencia. Al fin y al cabo, el ser humano es desde siempre adicto a las historias. Éstas, además, funcionan por varios motivos cuando las marcas las emplean de manera eficaz:
- Eliminan barreras de comprensión de lo que se quiere transmitir y capturan el interés del usuario.
- Provocan movilización en la audiencia, y generan tanto imitación como acción por parte del público.
- Favorecen el recuerdo, ya que nos proyectamos en los personajes que aparecen en ellas. Si son buenas, las historias dejan huella.
- Generan viralización y notoriedad en la marca, pues cada uno extrae sus conclusiones y las comparte con los demás.
La gran ventaja de trabajar el storytelling para una marca es que al final el público puede llegar a identificarla (e identificarse con ella) en torno a un concepto que se trabaja de manera transversal en todas las acciones comunicativas o publicitarias de la misma. Por ejemplo, ¿quién no asocia ya el mítico “Te gusta conducir” a la empresa BMW?
En resumen, el Storytelling es un potente recurso que puede determinar el éxito en la estrategia de marca de las organizaciones. Hemos visto algunos ejemplos en este post, pero seguro que tu conoces alguno más.
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