Experiencias inmersivas en marketing

Tradicionalmente el marketing se basaba en hacer llegar mensajes a un público previamente definido. Era una experiencia totalmente unidireccional en la que el individuo tan solo era receptor de esta información que pretendía convencerlo de elegir una opción frente a otras con el mismo tipo de mensajes.

Más adelante este sistema evolucionó hacia la búsqueda de un feedback por parte del público, no solo se le entregaban mensajes si no que se tenía en cuenta lo que quería y lo que opinaba sobre los mismos para así adaptarlos.

En la actualidad el modelo ha evolucionado hasta tal punto que el público es el que elige qué es lo que quiere. Ya no se trata de enviar mensajes que el público tenía que ver casi de manera obligatoria, principalmente por canales tradicionales como la prensa o la televisión, ahora es el marketing el que se ha tenido que adaptar a los individuos. El juego ha cambiado y para que se fijen en tu marca tienes que ofrecer cierto valor, si no haces esto lo más probable es que pases desapercibido.

A todo lo anterior se suma el hecho de que el público joven (millenials y generación Z) es nativo digital y sus canales de comunicación e información se basan en dispositivos conectados a Internet.

Viendo todas estas dificultades, ¿qué se puede hacer?

Experiencias inmersivas

Una de las respuestas a la pregunta anteriormente planteada es el marketing experiencial, una nueva tendencia que viene pisando fuerte.

Se trata de experiencias que estimulan los sentidos del público, los transportan a otro lugar. Estas “inmersiones” mejoran las experiencias, haciendo que estas sean más realistas y presentando a la marca de una manera mucho más atractiva e interesante.

Estas acciones tienen que estar pensadas de tal manera que, además de aportar entretenimiento, impliquen a la marca y estén relacionadas con ella. Los beneficios son evidentes: mayor engagement del cliente, notoriedad de marca, aportación de valor tanto a la marca como al cliente, mejor entendimiento del cliente potencial, etc.

Por otra parte, es cierto que suponen un coste mayor que otras técnicas de marketing y que son eventos temporales, de ahí la insistencia en pensar muy bien la acción antes de llevarla a cabo. Hay que tener en cuenta qué es lo que queremos transmitir en última instancia y qué herramientas vamos a utilizar.

Tecnologías para las experiencias inmersivas

Hay muchas herramientas para hacer marketing experiencial y cada día van surgiendo nuevos avances que podrían convertirse en nuevas herramientas en poco tiempo. Estas son algunas de las posibilidades:

  • Realidad virtual: consiste en un espacio digital que suple al real mediante la utilización de herramientas como las famosas gafas de realidad virtual. Esta tecnología está en su apogeo, mejorando conforme pasa el tiempo, y cada vez hay más posibilidades para que las empresas puedan introducirse en este mundo. Realizar un evento utilizándola o simplemente habilitar un espacio para ella es una tendencia imparable en marketing experiencial.
  • Realidad aumentada: contenido digital superpuesto en un espacio real. Al igual que el anterior punto, esta tecnología está en constante mejora y cada vez ofrece imágenes más realistas.
  • Realidad mixta: la combinación de las anteriores y de la realidad física. En esta el usuario puede interaccionar con el entorno físico y con el virtual al mismo tiempo. Un ejemplo es el EyeToy de Playstation.
  • Telepresencia: se produce cuando un ser humano puede comunicarse con personas que hay en otro lugar físico casi igual que si estuviera ahí. Se trata de un paso más en el mundo de las videoconferencias.
  • Hologramas: una tecnología que nos suena a películas pero que ya está empezando a ser real.
  • Gemelo digital: se trata, como indica su nombre, de replicar un objeto de la vida real al mundo digital representando al original y realizando las mismas funciones.

Un ejemplo de estas experiencias inmersivas son los Wonderspaces, unos espacios inmersivos que combinan estas herramientas explicadas anteriormente con espacios artísticos reales para crear una sensación de inmersión total.

Las ideas que pueden surgir con estas experiencias son infinitas e interesantes de realizar tanto para el público como para la empresa. ¿Te atreves a sumergirte en el marketing experiencial?